miércoles, 21 de mayo de 2014

Que el sueño de muchos, sea el de todos.

Será la impaciencia, los nervios o la ansiedad de muchos lo que acciona este padecer del pueblo futbolero argentino o quizás la mismísima inseguridad que nos habita por dentro luego de tantas frustraciones y desilusiones a lo largo de tantísimos años.
 El seleccionado argentino se prepara de cara a un nuevo mundial y la esperanza renace como el ave fénix en los 40 millones de habitantes del país. El gran problema, que aquí se presenta, es el miedo y la negatividad de unos cuantos que, a mi entender, equivocan el camino. Las especulaciones son muchas pero la verdad, en este caso, es una sola. Alejandro Sabella, seleccionador de la Argentina, llego en el peor momento del conjunto nacional, al menos, de los últimos 10 años y reacomodo a un plantel repleto de figuras mundiales sacando lo mejor de ellos. Lionel Messi, crack indiscutido, era el mejor jugador del mundo pero solo con la casaca azulgrana y de los límites político-geográficos, que limitan nuestro territorio, hacia afuera. Con el ex DT de Estudiantes de La Plata, se armó el famoso equipo alrededor del astro argentino, tal como se pedía -casi que a los gritos- y se conformo un grupo que se estabilizo con resultados y buenas actuaciones. El quiebre producido en tierras colombianas, tras la victoria por 2 a 1 sobre los locales, le permitió a Argentina tomar vuelo y, a partir de entonces, el clima cambió. Se recupero el cariño popular perdido tiempo atrás y se logró clasificar al mundial con dos partidos de anticipación y en el primer puesto de la tabla de posiciones. Superó, en cotejos internacionales, a las más grandes potencias del fútbol mundial y, entre cuerpo técnico y jugadores, se han ganado su confianza entre sí, algo que no sucede siempre.
 La gente, esa que no recuerda aquellos tiempos de carencia y desamor, pide sacar a uno y poner a otro o, en los peores de los casos, quieren poner y no saben a quién sacar, o viceversa. El arquero, la defensa, Tevez y el nueve de área se hacen presente en las criticas.
Sergio Romero defiende los colores de nuestra bandera desde que es un pibe. Hizo todo el pasaje de inferiores, la rompió en aquel mundial juvenil de Canadá y cuando le llegó la hora de la selección mayor no se quedó atrás. Siempre que lo buscaron, lo encontraron. Un mal partido y ya hay que sacarlo para poner a otro. Uno de esos tantos que quieren vestir con el buzo de la selección es Marcelo Barovero, arquero de River. El mismo por el que hace unos días se debatía si jugaba de titular en su equipo o se lo dejaba en el banco por un pibe de 24 años que no tiene más de 30 partidos en primera pero que tuvo 3 grandes actuaciones semanas atrás. Esto muestra un poco, o quizás bastante, la critica desesperada en la que se llega a caer. Incluso, en ocasiones, sin ser analizadas con profundidad. Hablar por hablar, no sirve muchachos. .
Los 4 del fondo (Zabaleta, Fernandez, Garay y Rojo) son los más cuestionados. El actual jugador del Manchester City es referente del equipo campeón ingles, algo que no es para nada fácil. Lo mismo pasa con el lateral zurdo Marcos Rojo. Si bien no tiene grandes pergaminos, es de la confianza de Sabella y con su corta edad carga una de las mochilas del liderazgo en el Sporting de Lisboa. Fernandez es titular en Napoli y Garay en Benfica. Ambos defensores llegan al gol y pelean cosas importantes con medallas colgando de sus hombros. Además, –dato no menor- el de las Águilas portuguesas fue campeón olímpico en Beijing 2008 haciendo dupla con Nicolás Pareja en la zaga central del equipo nacional que dirigía Sergio “el checho” Batista.

 La ausencia de Tevez, lo que mas le critican a "Pachorra", tiene sus porque. "El Apache" apunta siempre a ser la figura. El ídolo. Y en esta selección hay un solo "distinto" y ese es, Lionel Messi. Carlitos no se banca estar detrás de el y mucho menos ir a un eventual banco de suplentes.Los delanteros son los que están y el grupo así esta fenomenal ¿Por qué arriesgar?
 Propongo cambiar la crítica destructora por aquella que construye y apoya al sueño de todos. A tan solo 23 dÍas para que llegue Brasil 2014, dejemos crecer esa ilusión. ¡VAMOS ARGENTINA!

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